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El Almacén surge de la necesidad de encontrar un espacio de investigación para un proceso creativo; que más tarde resultaría en la presentación de “Schmurz, el hombre que quedó ido”

 

Si bien desde su origen, los gestores del espacio son: Marita, Cami, Lu, Mariel, André y Leo, el espacio está integrado por todos los actores que por él pasaron y los que vendrán.

Los primeros propietarios de este lugar fueron los bisabuelos de André: Susana y Gregorio, dos armenios que llegaron a Uruguay escapando del genocidio.

 

Al instalarse aquí abrieron un almacén que funcionó en Villa Dolores por varios años.

Luego es heredado por sus abuelos y hasta el 2014 estuvo dividido en dos espacios: la casa de André y un consultorio. En 2014 el espacio del consultorio queda libre y los abuelos en un gesto máximo de amor, se lo prestan por tiempo indefinido.

André decide entonces convertir su casa en un pequeño teatro.

 

El Almacén funciona como un espacio creativo independiente autogestionado. Entiende la creación artística sin apoyo económico del estado, y por fuera de cualquier formato institucional. Intenta así generar un terreno más abierto de libertad creativa.

Nuestra investigación se define en la constante búsqueda de un sentido al propio hacer teatral, y bajo un supuesto que defendemos ante todo: hacer teatro con amigos.

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